Enduring Strength: ¡Doña Conchita, Presente!
[Español abajo]
Mike and I are still in the States. We were walking around a little park with our daughter Jessica when Mike, looking at his phone, announced that Nancy Pelosi's husband had been attacked. We talked about how tough Nancy is. Then I learned that Doña Conchita, a former staff member of the clinic, had died after a fall. As we walked I compared these two tremendously strong women.
Nancy Pelosi is the only woman we have ever had in the States as Speaker of the House. On the infamous Jan 6th, many who broke into Congress wanted to kill her. She receives threats constantly, goes to dangerous places in the world, and now her husband was attacked. And yet, she keeps at the work which she considers important.
Nancy Pelosi is rich…one of the richest members of Congress, because of her husband's business. She is white. And she wields huge power.
And as tough as she is, she doesn't come close to Doña Conchita's endurance.
Doña Conchita was abandoned by her husband after having nine children. Four of her babies she delivered alone…cutting the cords herself while taking care of all the others.
She never divorced her husband, being the faithful Catholic she was, and when he was diagnosed with terminal cancer he returned to Conchita for her to care for him and bury him.
After being displaced by Hurricane Mitch in 1998, Conchita and her family settled across the dirt lane where our Nueva Vida Clinic was later built. During construction, we had issues with theft. So Conchita told us to move valuable materials like cement into her itty bitty house and she slept on the bags of cement to protect the clinic…her community.
She raised her great-granddaughter after her own granddaughter died from a head wound delivered by the father. Doña Conchita fought in the courts to keep that little 5-year old from her abusive father.
Conchita would open her tiny home to volunteers for them to get an idea of what these little houses looked like inside with their concrete floors, rough hewn shutters and open wood fire cook stoves.
She was always inserting herself into situations that were difficult. One such time she insisted rather forcefully that two parents take their four children to the hospital. They had brought their two youngest to our clinic and gotten medicine but the parents were "saving" the medicine to spread out among all their children because they were all sick. Tragically, the parents lost their two youngest and the mother miscarried, but if not for Conchita's insistence they might have lost all their children.
Conchita was smart too. She had knowledge of medicinal plants that would rival the schools for natural medicine in Nicaragua. She loved to work in our medicinal garden.
Unlike Nancy Pelosi, Conchita was póor and abandoned…but she had a toughness of her own that would have rivaled Nancy Pelosi…and in her own community and family she had influence and power.
Our world has lost a strong woman and is now lesser for it.
- Kathleen
[English above]
Mike y yo seguimos en Estados Unidos. Estábamos paseando por un pequeño parque con nuestra hija Jessica cuando Mike, mirando su teléfono, anunció que el marido de Nancy Pelosi había sido atacado. Hablamos de lo dura que es Nancy. Luego me enteré de que Doña Conchita, una fundadora de la clínica, había fallecido tras una caída. Mientras caminábamos, comparé a estas dos mujeres tremendamente fuertes.
Nancy Pelosi es la única mujer que hemos tenido en Estados Unidos como Presidenta de la Cámara. El infame 6 de enero, muchos de los que irrumpieron en el Congreso querían matarla. Recibe amenazas constantemente, va a lugares peligrosos del mundo, y ahora su marido fue atacado. Y, sin embargo, sigue con el trabajo que considera importante.
Nancy Pelosi es rica... uno de los miembros más ricos del Congreso, por los negocios de su marido. Es blanca. Y ejerce un enorme poder.
Y por muy dura que sea, no se acerca a la resistencia de Doña Conchita.
Doña Conchita fue abandonada por su marido después de tenerle nueve hijos. Cuatro de sus bebés los dio a luz sola... cortando ella misma los cordones mientras cuidaba de todos los demás.
Nunca se divorció de su marido, siendo la fiel católica que era, y cuando le diagnosticaron un cáncer terminal a su marido, volvió con Conchita para que ella lo cuidara y lo enterrara.
Tras ser desplazados por el huracán Mitch en 1998, Conchita y su familia se instalaron al otro lado de la calle de tierra donde más tarde se construyó nuestra Clínica Nueva Vida. Durante la construcción, tuvimos problemas de robos. Así que Conchita nos dijo que trasladáramos los materiales valiosos, como el cemento, a su pequeña casa y que ella dormía sobre los sacos de cemento para proteger la clínica... su comunidad.
Crió a su bisnieta después de que su propia nieta muriera por una herida en la cabeza provocada por el padre. Doña Conchita luchó en los tribunales para alejar a esa pequeña de 5 años de su padre maltratador.
Conchita abría su pequeña casa a los voluntarios para que se hicieran una idea de cómo eran esas casitas por dentro, con sus suelos de hormigón, sus persianas toscas y sus cocinas de leña abiertas.
Siempre se metía en situaciones difíciles. En una ocasión, insistió enérgicamente para que dos padres llevaran a sus cuatro hijos al hospital. Habían llevado a los dos más pequeños a nuestra clínica y les habían dado medicinas, pero los padres estaban "guardando" las medicinas para repartirlas entre todos sus hijos porque estaban todos enfermos. Trágicamente, los padres perdieron a los dos más pequeños y la madre abortó, pero si no fuera por la insistencia de Conchita podrían haber perdido a todos sus hijos.
Conchita también era inteligente. Tenía un conocimiento de las plantas medicinales que rivalizaba con las escuelas de medicina natural de Nicaragua. Le encantaba trabajar en nuestro jardín medicinal.
A diferencia de Nancy Pelosi, Conchita era pobre y abandonada... pero tenía una dureza propia que hubiera rivalizado con Nancy Pelosi... y en su propia comunidad y familia tenía influencia y poder.
Nuestro mundo ha perdido a una mujer fuerte y ahora es menor por ello.
- Kathleen
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